Allá por 1977, Francia ganó por última vez el Festival de Eurovisión. Lo hizo con Marie Myriam y su tema L’Oiseau et l’Enfant. Desde entonces, el país galo ha buscado infructuosamente su sexta victoria en el certamen y convertirse así en el miembro del Big Five con mayor número de victorias (título que comparte con Reino Unido actualmente). Con tres medallas de plata que le han dejado cerca de alzarse con el Micrófono de Cristal, en este 2024 es Slimane el que busca que el francés vuelva a coronar el evento musical más importante del Viejo Continente.

Tras la polémica vivida con La Zarra el año pasado en Liverpool, la delegación gala optó de nuevo por la elección interna para elegir a su representante en Malmö. En esta ocasión, se ha puesto toda la carne en el asador en una apuesta mucho más segura. Slimane es una de las voces más exitosas de la canción francesa actual y auténtico reclamo para que el público galo conecte con Eurovisión.

Slimane Nebchi nació el 13 de octubre de 1989 en Chelles, una localidad de Serna y Marne, en plena región de Isla de Francia, su popularidad vino impulsada por haberse convertido en ganador de la quinta edición de The Voice : La plus belle voix, la versión francesa de La Voz. Aunque previamente había lanzado un EP, titulado Tourne le monde, fue el talent show emitido por TF1 lo que le catapultó a la fama.

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Ese mismo año lanzó su primer álbum de estudio, À bout de rêves, contando ya con otros dos más, el último salió justo en 2022, Chroniques d’un cupidon. Tiene varios éxitos en listas en el país vecino, como Paname, Viens on s’aime, Avant toi o Chez toi; además de haber compuesto para figuras de éxito en Francia como Kendji Girac, Jenifer, M. Pokora o Christophe Willem.

En 2020, Slimane obtuvo el premio Victoire de la musique (el equivalente francés a los Grammy o a los Brit Awards) a la mejor canción del año po Ça va ça vient, tema que cantó a dúo con Vitaa. También, junto con la artista de Mulhouse se hizo con el galardón La Chanson de l’année 2020 por la canción Avant toi. Es una figura más que consolidada en el panorama musical, lo que le convierte en uno de los aspirantes más fuertes para alzarse con el Micrófono de Cristal.

Slimane en el segundo ensayo de 'Mon amour' en el Malmö Arena de Eurovisión 2024. Alma Bengtsson EBU

Muy apoyado por el público, representa mucho más que la llamada ‘multiculturalidad’. En 2018, fue víctima de insultos homófobos y racistas en redes sociales, donde lanzó un contundente mensaje como aliado del colectivo LGBT. Además, el habitual colaborador de los compositores y productores musicales Meïr y Yaacov Salah, ambos de origen judío y que son coautores de Mon amour. Un ejemplo de tolerancia y convivencia en un momento crítico tanto para Francia como para Europa.

Una de las voces más potentes de este año

Mon amour es un tema que tanto Slimane como los Salah llevaban teniendo en mente desde 2022. El cantante describe la canción como “una letra de amor a los corazones europeos”. Precisamente, la propuesta versa sobre cómo el artista se siente profundamente apasionado por alguien, no entiendo por qué y dejando la pregunta de si es correspondido por la otra persona.

Una balada poderosa que ha cobrado mayor fuerza con una austera puesta en escena en la que se incide en el poder vocal del cantante. De hecho, justo en el momento en el que se exige el mayor rango vocal, Slimane opta por hacerlo a capella. Toda una declaración de intenciones de la que es la propuesta más hipnótica de este año.

Las casas de apuesta sitúan al tema entre los favoritos del top 10. Además, en la esfera eurofan se comenta que es la canción favorita del jurado. De ahí, que haya que tener muy en cuenta a la candidatura francesa, una de las opciones que más sorpresas puede ofrecer en esta 68ª edición de Eurovisión.